03 enero 2016

Las detectives abominables


Los nuevos capítulos de "Sherlock" podrían entrar en las listas de especies en peligro de extinción. Desde su estreno, en 2010, cada entrega de la serie ha llegado precedida de una enorme expectación y del perfil cada vez más elevado internacionalmente de sus dos estrellas, Martin Freeman y, sobre todo, Benedict Cumberbatch. Entre los compromisos cinematográficos (y con "Fargo") de sus actores y que Steven Moffat tiene otro trabajo aparte llamado "Doctor Who", cuando se anuncia que habrá, al menos, un especial de Año Nuevo, los fans se desatan hasta niveles exagerados. Y cuando Moffat y su colaborador, Mark Gatiss, desvelan que dicho especial estará ambientado en la época victoriana, los seguidores más dados al sobreanálisis de vuelven locos intentando averiguar qué quiere decir todo eso, si hay algún sentido oculto detrás de "The abominable bride".

"Sherlock" es mucho más ligera, y sus responsables se la toman menos en serio, de lo que podría parecer. Este especial pre-cuarta temporada sigue esas directrices, aunque avance también parte de la trama. A Gatiss y a Moffat les encantan las metarreferencias, los juegos, los homenajes, los giros de guión y los juegos de palabras ingeniosos, y en "The abominable bride" hay referencias no sólo a Arthur Conan Doyle y la publicación original de sus historias en The Strand, sino a Monty Python y "El sentido de la vida", a "Origen", a Wilkie Collins y "La dama de blanco", a las clásicas ghost stories inglesas que se cuentan en Navidad y al gótico cinematográfico de los 70. "Sherlock" funciona con una ligereza y un sentido de la diversión que impregnan todo "The abominable bride".


Una de las funciones que tiene Netflix es la de acercar al público series que, en su momento, pudieron pasar desapercibidas, y que nunca llegaron a determinados países. "Miss Fisher's murder mysteries" es una de ellas, y la otra bien puede ser una corta producción de ITV que aborda una época, curiosamente, no tan explotada por la ficción televisiva británica. "The Bletchley Circle" está ambientada en el Londres de 1951, seis años después del final de la Segunda Guerra Mundial, y un tiempo en el que todavía hay partes de la ciudad arrasadas por los bombardeos alemanes y cupones de racionamiento de comida. En ese panorama encontramos a las cuatro protagonistas, cuatro mujeres que, durante la guerra, trabajaron descifrando los mensajes encriptados nazis en Bletchley Park y que, al acabar la contienda, tienen que regresar a vidas mundanas en las que su valía nunca va a verse reconocida.

Es como si sus mentes estuvieran atrapadas en cuerpos inválidos. No pueden evitar seguir trabajando, aunque no puedan hacer nada para convertir ese trabajo en algo real. Susan, por ejemplo, se dedica a seguir las noticias sobre un asesino en serie en Londres y a intentar solucionar ese caso desde el salón de su casa, donde cuida a dos niños y espera a que su marido vuelva del trabajo. De manera fortuita, y porque estar atrapada como un ama de casa no es para lo que Susan está llamada, empieza a investigar el asunto más en serio, y "recluta" a tres antiguas compañeras suyas en Bletchley. La primera temporada, de sólo tres episodios, narra justo esa investigación, y cómo las cuatro mujeres buscan la manera de no dejarse caer en lo ordinario, en lo "normal", de aprovechar realmente sus capacidades para algo más que para estar en casa o para trabajar detrás de escritorios aburridos. La manera en la que la historia pasada de las cuatro se termina integrando en el caso, y cómo se retrata la relación entre todas ellas, ayuda a elevar la serie hacia algo más que sólo una historia de detectives aficionados.

Música de la semana: "The Expanse" utiliza de vez en cuando canciones más o menos conocidas para ambientar sus capítulos. Por ejemplo, se decantó por "Tighten up", de The Black Keys, para mostrar cómo se extrae hielo de los asteroides del cinturón principal.

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