03 julio 2015

El ministerio de la revelación


Es curioso de dónde pueden venir las series que se llevan a más fans de calle, las que se convierten en las revelaciones de la temporada. En Estados Unidos, está claro que ese título se lo ha llevado "Empire", arrebatándoselo a "How to get away with murder" gracias a sus subidas semanales de audiencia y a los memes con frases de Cookie Lyon que circulan por internet. Pero en España, donde estas obsesiones son más complicadas de conseguir fuera del público juvenil, el título de revelación de la temporada se lo tiene que llevar "El ministerio del tiempo". La razón es justo haber conseguido ese grupo de fans en mucho menos tiempo de lo que otras series tardan en conseguir, simplemente, que alguien empiece a tuitear sobre ellas. La comunidad de espectadores que habitualmente no suele ver series españolas, y que se convierte en seguidora y creadora de contenido de títulos estadounidenses y británicos, se enganchó a "El ministerio del tiempo" de una manera que no consiguió "El internado", por ejemplo, y por eso su caso genera también mucha curiosidad.

Nadie esperaba que este título de aventuras fantásticas fuera a funcionar así de bien fuera de los cauces tradicionales, es decir, con visionados a través de internet, dibujos y fanfics de todo tipo, podcasts... Y hasta una edición especial de Birraseries en la que algunos de sus responsables (Javier Olivares, Abigaíl y Anais Schaaf y Javier Pascual) comentaron algunos de los aspectos más curiosos de la serie. Aunque están en pleno proceso de escritura de la segunda temporada (de trece episodios), no adelantaron gran cosa de ella, pero sí hablaron sobre aspectos de los primeros capítulos que destacaron. Por ejemplo, Olivares explicó que los tres protagonistas (Amelia, Julián y Alonso) representaban tres Españas que siempre están a la gresca: Amelia es la España adelantada su tiempo, avanzada, a la que no dejan prosperar; Alonso es la España más tradicional y conservadora, la que aún mantiene valores como la honra, y Julián es la España cínica y descreída actual. Pero en este caso, los tres colaboran, en lugar de dedicarse a discutir y a pelearse entre ellos.

También se apuntó que Irene Larra, el personaje interpretado por Cayetana Guillén-Cuervo, fue creándose a partir del trabajo de la actriz, y que pasó de tener una función más de apoyo, a jugar un papel importante en la trama. Todos los presentes se mostraron gratamente sorprendidos de la acogida que "El ministerio del tiempo" había tenido entre el público, incluso con las discusiones eternas sobre las paradojas temporales y si hay métodos más "lógicos" de ir al pasado, y afirmaron que la habían hecho con un gran cariño y un gran compromiso con la serie. El cariño se nota en los capítulos, del mismo modo que se nota que todos están haciendo la serie que quieren hacer (algo que también se señaló varias veces durante la charla, del mismo modo que se recordó a Pablo Olivares, el otro cerebro detrás de todo).

"El ministerio del tiempo" ha sido uno de los títulos más disfrutables de la temporada porque ha recuperado esas aventuras con encanto y humor de siempre, esas aventuras en las que los personajes se dejan sorprender y maravillar por lo que ven. Sí, pueden tener consecuencias dramáticas, pero verlas no requiere un esfuerzo, no tenemos que mentalizarnos de que vamos a adentrarnos en un mundo oscuro y terrible. Hay series muy buenas que se mueven en ese mundo oscuro y terrible, pero está bien reivindicar los entretenimientos más puros, los que mantienen un sentido de la aventura y la diversión y, así, consiguen que los viajes de sus personajes calen más. Además sus ocho episodios son perfectos para un visionado veraniego, y así podréis comprobar de primera mano a qué venía toda aquella locura de la "ministeria".

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