27 enero 2011

Dos dimensiones

Aunque sea uno de los temas de moda cada vez que se habla del estado de la industria cinematográfica, no vamos a hablar aquí de si el 3D ha venido para quedarse definitivamente o, como pasó en los 50 y en los 80, volverá a marcharse como si se lo llevara el viento. Aunque el título pueda sugerirlo, en realidad esas dos dimensiones se refieren a un espacio más entendido como el universo y, de rebote, a esos multiversos que últimamente están tan presentes en la ciencia ficción televisiva (intentaré no seguir dando la lata en este tema con la trilogía literaria de "La materia oscura", que ya sabéis que os recomiendo).

"Fringe" es la serie en la que la existencia de un universo alternativo y paralelo es más importante de los últimos tiempos. Es una parte integral y crucial de su trama, y lo que distingue su aproximación a la de otros títulos es que Tierra 2 no es, en esencia (y si nos olvidamos por un momento de todo el asunto del ámbar), tan diferente del mundo que conocemos. Hay detalles aquí y allí de que las cosas evolucionaron de modo distinto, pero que no sea algo tan alejado de nuestro universo es lo que logra que funcione tan bien. Porque la tónica general al presentar mundos alternativos es que estos sean casi una copia en negativo del nuestro. En muchas series de ciencia ficción es un recurso que vale para lanzar unos cuantos "¿y si?", convirtiendo a los buenos en malos y a los tímidos en arrojados aventureros, por ejemplo. Las series de la franquicia "Star Trek" eran unas consumadas expertas en esto.

El tratamiento de "Fringe", con esa guerra entre las dos realidades, se acerca un poco más al de la segunda temporada de "Doctor Who". Es cierto que, allí, ese universo paralelo era un poco más distinto del nuestro, pero lo que era más interesante era la necesidad de que ambos mundos se mantuvieran siempre herméticamente separados, porque una interferencia de uno en otro podía resultar catastrófica, y el final de aquella entrega lo ejemplificó a la perfección. Además, curiosamente, también era la pérdida de un ser querido lo que motivaba algunas de las acciones de sus personajes (curiosamente, el final de "Bad dreams", en la primera temporada de "Fringe", dejaba un claro dejà vú a "The Christmas invasion").

En las historias de superhéroes, recurrir al "mundo bizarro" es un clásico, y rara es la serie de ciencia ficción o fantasía que no tira de él alguna vez. Hasta "Perdidos" amagó con las realidades alternativas en la sexta temporada. Sin embargo, lo más común es que muchos de esos universos paralelos sean ensoñaciones o alucinaciones de algún tipo, y sin mayores consecuencias posteriores (en los cómics no, en los cómics se puede liar parda), y es menos habitual, y más complicado, que se traten como dos realidades alternativas separadas y cuya existencia es palpable. Gran parte del salto cualitativo dado por "Fringe" es la construcción de Tierra 2 como un mundo real, habitado por personas con preocupaciones reales, y conseguir que sea tan interesante como el nuestro.

5 comentarios:

Renaissance dijo...

Creo que era Rafa Marín el que definía Universo Paralelo como "Sitio donde todo es más divertido", lo que es bastante adecuado a cómo se describen estas dimensiones.

En el caso de Fringe ha sido la que más me ha gustado: hen tenido el cuidado de describir un mundo muy parecido al real (porque, a fin de cuentas, ambos humanos no son tan distintos y acabarían evolucionando por el mismo camino), aunque con un nivel de tecnología más avanzado. Eso sí, en todas las imaginerías alternativas que he visto, siempre tiene que aparecer un zeppelin por el aire, señal típica de que los personajes de la película o serie en cuestión ya no se encuentran en su realidad.

Unknown dijo...

El zeppelin es un clásico. Es como una idea romántica de lo que pudo ser y no fue :)

OsKar108 dijo...

Totalmente de acuerdo en que uno de los grandes aciertos del Universo Paralelo de Fringe es esa cercanía con el nuestro, y el haber conocido un poco en profundidad a las personas que viven allí, sin decantarse solo por el "bando bueno y bando malo".

¡Saludos!

alguien dijo...

Recuerdo ese universo alternativo en Buffy si Buffy no hubiera llegado a Sunnydale (deseo de Cordi mediante). Supuso la llegada de Anya, intuimos el posible lesbianismo de Willow, su relación con Xander y las menciones que se dieron con el cuero y el aire gótico de Xander y Will vampirizados, como chiste interno, en temporadas posteriores.
No sé, me he acordado de ésta :)

Unknown dijo...

Yo estoy obsesionada con los mundos paralelos. Desde que leí UNO de Richard Bach a mis 12 años y viendo todas las versiones de la serie Sliders hasta los episodios de Buffy, Nip Tuck, Fringe (la misma Lost al final), Doctor Who, etc. Hasta en mi filmografía personal hay algo de eso: un diminuto cambio que puede hacer que una alternativa sea posible, que otros (que somos nosotros mismos) nazcan por la fuerza de sus decisiones o del azar.

En Fringe es brillante que los personajes comprendan que los "del otro lado" son así por las pequeñas circunstancias diferentes en su vida. El diminuto cambio del que hablo: un padre que pierde a su hijo, una hija que pierde a su madre, un hombre que continúa casado...